jueves, 15 de diciembre de 2011

A patadas si hace falta


Son sólo palabras, y no se las llevará el viento.

Antes del acueducto, eras una niña...

una niña cómo?

Una niña que anhela recibir honores.


Unas ganas ridículamente incontenibles de reír a carcajadas en el funeral, una lágrima rauda y veloz en mitad de orgasmo. Qué pasa? Claro caso de erotanatósis. Eso es terminal? Es crónico, congénito, autoinmune... y degenerativo. No hay paliativo que valga, porque lo que hay que hacer es mirarlo de frente y conversar con ello hasta altas horas del amanecer; y toda la carrerilla que se coja para finalmente zambullirse nunca será suficiente, pero ahí estará el océano. Y cuanto más duela el salto, tanto más placentera será la sumersión.

Se revolcaba en el fango sabiendo que pronto llegaría la tormenta, rodaba por la arena sabiendo que tenía la orilla del mar cerca, colgaba de la rama más alta del bosque sin recordar qué distancia había entre el suelo y el cielo.


domingo, 11 de diciembre de 2011

Libre albedrío y determinismo



Se me hizo más corto el funeral esta mañana,
tabaco viejo, papel mojado, alguna relación tendrá...
Esto ya no es lo mismo y me hace sonreír,
Chocolate caliente, con dulce de leche, con azúcar por si acaso
Por si el cerebro se me quedara con hambre en mitad de la noche, hoy larga, mañana preveo que corta.
La entrada de las heladas, superada con éxito
a las once de la mañana, apoyada en una esquina, cual mujer de vida triste,
pero sin serlo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Un electrón del montón


Llueve por-sobre-encima de mí
al otro lado del cristal las gotas se tiran en picado y sin mirar atrás.
so IT is
La energía no se gasta, se transforma, y como piojos poblamos lo inhóspito descalzos. Como hormigas en hileras, como pollos amontonados en la gran explanada industrial.
Nadie pía, nadie llora de cara a la pared.
Sólo se reclinan hacia atrás esperando en vano romperse la columna vertebral.
Todo se ha disuelto de la manera más rápida, centrípeta, centrífuga, simultánea.
Aquí hay algo que funcionará si te callas.
Nada ha cambiado desde nunca, sólo lo que se encubre y se descubre.
Sólo lo lícito y lo ilícito.


martes, 25 de octubre de 2011

Espectoraciones


No queda lugar para los que callan, no queda lugar para los que nacieron con las comisuras de los labios descendentes, no quedarán reductos rurales para los ermitaños no-frost.
A veces no queda otra.
A veces, clavarse en el suelo al margen de la corriente arranca los párpados de su hermetismo huracanado y se traga; agua, sal, bosquejos de tinta y nada.
Violeta a más no poder, amoratada la tráquea y la mandíbula colgando de su bisagra estiloidea, los dientes descarrilados, la nariz un surco rojo, y la empatía cubierta de mugre... Traducción, un bostezo, una ligera mueca de asco, y un calculado deslizamiento del cuerpo hacia el suelo.
Nunca curaré, por tanto... nunca más enfermaré. Optimismo a pelo, sin azúcar, sin leche, amargo como... como qué? Como la sonrisa forzada del idiota empañando el cristal? Como el dedo simiesco que se arrastra sin piedad por el campo de batalla de la precipitación infantil.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Distopía de la alta cultura



Por un puñado de erudición se alquilaban cuerpos día y noche. Por un puñado de erudición se desataban las guerras. Por un puñado de erudición se mataba y se moría.

Cuatro años dedicados a atesorar dinero para acabar recibiendo tres novelas rosas al mes a cambio de cuarenta horas de trabajo semanales. ¿Y los años anteriores? Acumulando cobre, monedas mal acuñadas y algún que otro billete de poco valor con anotaciones a bolígrafo y mil y una sustancias conviviendo entre sus dobleces de fibrilla de algodón. Alguna vez, cuando la posibilidad le permitía arremolinar suficientes de esos, rascando con ímpetu, podía llegar hasta a hacerse una raya.

El sueño inquieto del que dormía bajo el puente se debatía entre salir a pedir alguna revista del corazón para pagarse aquello que le quitaría el hambre y otras ansias por unas horas; o guardárselas para intentar rehacer su vida sobre el puente, o mejor, lejos de él. Al final llegaba la pesadilla recordándole que probablemente sólo conseguiría algún panfleto de propaganda arrugado, y daría gracias por que no fuera de alguna secta de desnortados sin fronteras.

El padre de familia de clase media aspiraba a algún día, nadar entre enciclopedias actualizadas, deleitarse con óperas trasnochadas y, por qué no, cumplir sus fantasías sexuales con alguna fémina jóven con doctorado. No quería esto decir que se olvidase de su familia, para ellos quería lo mejor. Que su mujer tenga los clásicos y sus correspondientes comentarios por expertos a su plena disposición para que nunca le falte tema de conversación en el café más moderno de la ciudad. Que sus retoños acumulen a ser posible billetes de más de cincuenta euros para tener ese futuro, tan incierto de un tiempo a esta parte, asegurado. Así se garantizarán, al menos, no tener que conocer la miseria del best-seller, por no hablar de los divulgadores científicos y los tertulianos de la televisión.

Y en la cúspide del intelecto, en la cresta de una ola que parecía no romper nunca, se hallaban esos pocos cerebros andantes. Desayunaban física cuántica aderezada con alguna cuestión metafísica desnatada. Conociendo como conocen, la situación del resto de la humanidad, reflexionan impasibles en sus ilustrados palacios. De vez en cuando, sedan su conciencia lanzando al aire arte conceptual. Lamentan después la mala gestión de estas amables donaciones preguntándose inútilmente qué es lo que falla dentro del mecanismo... Minucias, si esta cuestión les quitara el sueño, siempre recurrirían a un confortable problema de genética molecular antes de ir a dormir.

martes, 20 de septiembre de 2011

El sentido de la vista



Son las 4 de la mañana y huele a podredumbre de fondo de cubo. A orín oxidado, a callejón deflorado, a extensión de conversación mohosa ya. Gotea la bolsa y se desintegra despacio la carne, desprende calor y no llega a caerse, nunca. Se funde con el suelo cuando lo toca, y ya no es lo que solía ser. Se banaliza a sí misma y... se pierde.

Son las 10 de la mañana y huele a canela en té, en rama, en polvo. Polvo espolvoreado en galleta, en galleta cuadrada, rectangular, cuadrilátera sin lugar a dudas. Niebla en el pecho y respiración profunda, diafragma a punto, no de estallar, sino de despertar. De salir de un letargo de horas que parecieron años.

Son las seis de la tarde y huele a chuche. A golosina si lo prefieres, a fruta del bosque en definitiva. Que no llega a refrescar porque se enreda, como el pelo entre los dedos, no hablo ya de entre las púas. La golosina camina en una rima infantil, como en la cuerda floja, en equilibrio, en alivio, en tensión. Se relame los labios con saña y suspira.


miércoles, 14 de septiembre de 2011

Intransitable



Patronizados bajo las estrellas, cargados de salud mental, nos llevamos arrastrando al abismo,
se nos saltan las lágrimas mientras descorchamos las costras que no nos dejarán curar
jamás, ladraremos al unísono y nos perderemos intentando descifrar de qué color es el mundo


Faltan doce días para llegar al final del camino polvoriento
donde me descalzaré y correré a sotavento,
aplaudiré a la nada y reiré la risa de las hienas desbocadas.


Aquí sólo tienen prisa los que quieren llegar a algún lado,
los que hace tiempo que no llevan las córneas empañadas de sudor,
entre tanto y entre tan poco, el ahora sigue rodando.

martes, 30 de agosto de 2011

Agosto



La destrucción sin huella humana se me empieza a antojar utopía.
Y vuelve mi raya en medio,
y de fondo estalla esta tos que viene de súbito y parece no acabar nunca,
que flemática me ahoga en la oscuridad.
Y volverán a abrírseme las manos,
síntoma de trementina al viento.
Ya llegó hace un par de semanas con su luz de cristalera ahumada
respiración entrecortada, cosquilleos en la tráquea
no los oigo, están blindados, al sonido, al contacto,
al olor pegado a las sábanas
que se me pegan a mí de madrugada,
agostadas.

domingo, 7 de agosto de 2011

Slow hands



Pendiendo de un hilo, lejos de ese lugar al que llaman infinito
clavaba contradicciones en las rendijas de la madera podrida
pensaba construir con ello una balsa y meter allí a todo aquel que gustase de dar un paseo a la deriva,
la rendija por la que observaba el mundo comenzaba a ser cenital
un cogote, dos cogotes, un escote bien llevado...
Así ganaba en escorzo, así perdía en áurea proporción, así se deshacía de la terrible sensación
de vivir agarrado por la cara oculta del ombligo.
Un cóctel seco tras otro, no hacían más que apagar su humor,
el vítreo, no el otro.
Cargado de ese otro, buen humor y sonrisa algo pétrea,
se despidió temporalmente del mundo con las manos bajo la cabeza.

Accidente



Perpleja, mojada, perpleja
Bajo la lluvia torrencial que llevaba milenios anunciándose con rebaños desbocados de nubes enfurecidas
Adherida al inmenso charco que antes fue suelo, antes fue opaco, ahora era espejo.
Lugar para la perspectiva que tan amenazada se encontraba por el caos reinante en sus tímpanos artísticamente perforados.
Las palabras se amontonaban sobre su lengua, sin dejar salir antes de entrar, cediéndole así el paso al silencio.
Recortó con sus pupilas retazos de lo que ya no era, exhalaba olor a resaca, pero su resaca olía a roscón de reyes.
Vencida bajo la ofensiva de la precipitación, se sentó en ese espejo que antes fue suelo y se lamió las patas delanteras, se estremeció dos veces, y maulló.

viernes, 29 de julio de 2011

Ruido ovino


No había reloj, sólo había luna. Luna y calor, calor que conllevaba un sudor que no sabía ya si era frío o caliente. Con un golpe seco se le ocurrió encender la radio, no buscó emisora pues cualquier cosa sonaría endiabladamente casposa y lo sabía. Con la misma sequedad y de golpe se dejó caer en la cama, deshecha desde hacía días o semanas. La deprimente calidad de las melodías o la mala sintonización, algo, la llenó de tristeza. Se hizo un ovillo y se perdió en el ruido blanco con la vista fija en sus pies.


Sabía que no era bucólico. Por eso sabía que el pastor siempre se follaba a la oveja más débil. Si no daba lana, tenía que dar otra cosa. Sabía que no era bucólico pues aún no había aprendido a silbar. Con veintidós años no tenía ni batallas perdidas, ni trofeos en la piel, ni un hueso roto, siquiera. Por eso no sabía qué hacer, si seguir así, o decidirse a secuestrar una nube para hacer un simulacro de idilio intelectual.

domingo, 24 de julio de 2011

Charco



Al otro lado del Pacífico
yo me derrito y me solidifico
como perlas de sudor en la frente
que nacen en el pelo
y corren por el entrecejo
entre rayos de sol entretejidos a su antojo.
Se sobornan, y se empujan
y corren sin saber qué hacer con su
pellejo y se reflejan al otro lado
del otro lado
donde no saben qué hay.

martes, 7 de junio de 2011

Agujeros negros




Así me hallaba yo, arrodillada ante el televisor apagado y con la mirada perdida en sus interiores. Hasta que se me ocurrió meter la cabeza dentro. Entonces me di cuenta de lo hambrienta que estaba, me rugía el estómago cual felino cabreado. Oteé como pude la oscuridad líquida de aquel lugar y cuando la negrura amenazaba con saciar sus carencias conmigo, se materializaron unos labios ante mí. Labios finos, deliciosamente delicados. Se abrieron de par en par y comunicaron a la nada:

_ Si no tienen cigarros, que fumen porros.

Dicho esto, salió de aquella boca una cascada de piedras que me llevaron en su desbocada inercia hacia el delta de un río de mi propia sangre. Allí nadé sin descanso hasta que el aire empezó a estar demasiado viciado, tan tóxicas mis bocanadas de aire como de sangre.

Desperté cuatro horas y treinta y siete minutos después, con ganas de arrancarme la espalda y la luna llena observándome por la ventana abierta.

Elevar el precio del opio del pueblo terminará por sublevarnos a todos.

lunes, 30 de mayo de 2011

255



A título individual tengo las piernas llenas de arena y los brazos quemados y ardientes
la cabeza confusa, ávida, hinchada
Maldito sea el sol
El sol que quema cuando uno está debajo,
el otro me da igual
Tal era la fuerza de la tormenta, que hizo saltar la Tierra por los aires
y con ella me he quedado incrustada en la piel.
Huelo a decadencia,
pero de la dulce
A título colectivo estoy vagamente entusiasmada
de haber encontrado evidencia hasta bajo las piedras de mi yo consciente.



"Esto es muy raro", escribió con mayonesa sobre sus muslos desnudos.
Me miró muy seria a través de pestañas mojadas y me susurró
"Me he quedado sin crema solar"


miércoles, 25 de mayo de 2011

Postpostmodernismo



Tiene un nombre cutre porque acaba de nacer y aún no tiene claro si puede y quiere seguir con vida. Es delicado, como toda cría de organismo evolucionado y más o menos longevo.
Todo era cuestión de decir quiero, de preguntar, queréis? Lo más probable era que la respuesta fuera sí. Y así fue. Las cosas funcionan mejor cuando no hay ánimo de lucro. Hace falta algo más de seriedad tal vez, pero yo he logrado en siete días lo que no había logrado en el último año. Calculando en progresiones aritméticas, en menos de cinco meses me habré superado a mí misma. Quien más me ofrece eso? Nadie.
Sólo falta dejar de atesorar chorradas y finalmente, deshacerse de la jaula corpórea.
Vivíamos de puntillas porque se nos había insuflado aire en la cabeza.

Llevo siete días medio viviendo en Villaojete del Sol y tengo muy pocas ganas de que esto acabe. Ríanse, yo estoy a gusto.

domingo, 8 de mayo de 2011

Conspiranoia esquizoide



12 nucas taladradas por 2 ojos de pestañas largas,
nieve falsa que da el pego
A mí me suena a estereotipo
A mí no se me antojan cuadros si parase fotogramas
Y qué pena que el chocolate ya no sepa a estrategia
porque mis preguntas empiezan a oler a retórica
y no se olvidan de tocarme las sienes cuando salen de mi boca
Todo va sobre ruedas y deja una estela de adolescencia olvidada
todo va cuesta abajo, no por negativo si no por velocidad
Lo roza pero no lo toca, espero que se aprecie
este año exhalo humo
este estío me ahogarás?


miércoles, 27 de abril de 2011

Vorágine primaveral



Regresar a la piscina amniótica que tal vez fuera el más lúcido de los sueños
era lo que se proponía
Porque a golpe de gradina se desollaba su vida
Ni la sangre tonta de la punta de los dedos
era suficiente para tapar las grietas que se abrían a paso desanimado
por los músculos que burbujeaban bajo su piel.

Sobre las briznas de hierba que aguijoneaban su espalda,
que soterraba hormigueros y flores,
que le hinchaban los ojos,
que se cerraban bajo la flota de algodón
que se cernía sobre el cielo azul pálido,
veía una aproximación de lo que debían ser las estrellas cegadas por el sol.

martes, 19 de abril de 2011

M. es viral


Esto solía ser una invitación lanzada a cañón, convertida de alguna manera en catalizador. Pero estamos bajo mínimos. Nos arrastramos, reptamos, dejando a nuestro paso una estela de babas. Es una época lánguida, demasiado luminosa a la vista. No llega a tener un olor agradable, se agria entre los dientes antes de llegar a ser escupida. Debería contratar a un masajista. Debería pagarle con dulces caseros. Los dulces caseros se resisten a ser despellejados antes de tiempo, por eso son buenos. Me gusta tanto que la luz le saque reflejos ambarinos a lo que antes fue un ser acuclillado... ahora convertido en concha marina. La pereza es el pecado capital más raro, impide que cumplas los otros, pero por ser ella misma un pecado no te redime, maldita. Si me multan por doblar la esquina en dirección contraria, más me hubiera valido hacerme unos kilómetros en dirección contraria en la autopista. Si me multan por beber en la vía pública, más me hubiera valido degollar al que me multa por no saber qué hacer con su vida en determinado momento. Ni por el amor a un hijo, ni por amor al prójimo, ni por amor propio... La cultura es cara, y la televisión?

Dicho lo cual, me palpo y constato que me encuentro en condiciones óptimas, buena existencia.

martes, 5 de abril de 2011

HFC



Sudo, y no tinta. Hace calor, huele a patatas fritas. Si seguimos así acabaremos por convertirnos en condensación pegada a los cristales. Sudo y me agobio. Pare, porque no quiero morir así.

Moriría en todo caso debajo de un puente, cantándole algo triste a un salmón ahumado mutante que no cambiaría su vida por tres míseros deseos. Se dejaría comer al grito de "Darwin!"

Porque faltan almas y sobran cuerpos. Vivimos apilados, sesgados, a cuatro patas, sin alas. Prrrrfff, sucedáneo de pollo refrito.

miércoles, 30 de marzo de 2011

This is what you should fear



_Lloras, mi querida niña estúpida?
_No
_No mientas, te estás restregando los ojos.
_Es que me duele
_¿Qué es lo que te duele?
_... Mirar

Y según miraba se iban rajando las medias de la señora que se sentaba a su lado. Y el borracho que tenía yo al lado empezaba a cabecear, murmurando incongruencias.
Y tal era la gravedad de sus pequeñas emociones que no me hubiera extrañado que despertásemos todos ocho días después intentando despegar nuestras ropas del suelo.
Despertaríamos desnudos y aturdidos, tal y como vinimos al mundo.
Yo me mofaría de la barriga prominente del tipo que ahora me mira de reojo. Y él, enfurecido, me intentaría quitar el monóculo; que no estaría en el suelo, puesto que conozco a mi querida niña como cada uno de los pelos de mi caótico bigote, y la cuenca de mi ojo derecho tiene más fuerza que su pesar.

No sé en qué momento decidió mi dulce niña desdoblarse en mí, ni en qué momento decidí yo desdoblarme en ella. Antes éramos un solo ser. Pero nunca logro recordar si éramos yo o ella.

martes, 22 de marzo de 2011

Ráfagas

y ráfagas
de aire frío que me gusta
que me acaricia la piel y me tapa la boca
Se me anexionan los pensamientos,
y siento cómo mueren temblando las corduras en el abismo que se me ha abierto en los labios.
¿Dónde pierdo las palabras?
Me las fusilan sin vendarles los ojos, porque no lo necesitan.
Llevo días trenzando y no sé para qué,
si trenzo una soga o trenzo un arnés.
¿Qué dices? ¿Qué dejas de decir?
Cállate


sábado, 12 de marzo de 2011

A punta de pistola



Hay gente que te cuenta sus historias a punta de pistola,
porque no saben escuchar, porque sólo saben escuchar, o porque en sus casas no les hacen puto caso.
Por eso o por otras cosas, la mujer de la gabardina enganchó su paraguas en mi codo y me llevó a un callejón oscuro;
y a punta de pistola, con el cañón pertinentemente colocado en mi sien, me lo contó:

"Ayer soñé que tenía un falo gigantesco y meaba. No sé por qué no follaba, ni siquiera me hacía una triste paja..."

No sabía qué decir, ni si debía decir algo, pero esto dije:

"El "Papillon", putas a mogollón"

La mujer bajó el arma y salió corriendo, llevaba tacones rojos.

Salí del callejón e intentando orientarme me encontré con el "Papillon", llamativo neón en la puerta, misteriosa incertidumbre en su interior. Empujé la puerta con el hombro y me encontré en un cuartucho oscuro, barra a la derecha, escenario al fondo. Y allí estaba ella. Bajo un foco tenue, rodeada de un harén de polillas que la desnudaban poco a poco. Creo que cantaba, pero poco recuerdo; eso sí, llevaba tacones rojos.

Tengo el dedo en el gatillo y muy mala puntería. Tengo el dedo en el gatillo y no sé a dónde estoy apuntando.

domingo, 6 de marzo de 2011

O algo así



Cristalizaba bajo la atenta mirada de mis rodillas,
solidificaba al son de mi respiración entrecortada
Proveniente de unos pulmones dolientes,
de una garganta ajada por pesadillas cubiertas de sudor frío
Sacaban la lengua y se iban,
qué clase de burla es esta?
Tres líneas perfectamente paralelas, perfectamente rojas, perfectamente indoloras.
Obra del diablo, o de las ligas de una monja, o algo así
Dos minutos para decir lo que pienso,
o para callar lo que no quiero pensar.
Si yo fuera rico,
encontraría la manera de dejar que Coca Cola hiciese publicidad pretendidamente lacrimógena,
o algo así.

martes, 1 de marzo de 2011

Falocidad


A mis pececicos los enveneno cuando quiero, porque nunca mueren.
Se tienden en el fondo de su pecera redonda, de plástico, para volver a flotar ingrávidos mañana.
El prototipo de paleta se come mis dedos sin piedad, su cómplice es el viento frío este que decidió aparecer hace poco.
Y qué hago yo sin dedos?
Morderme las uñas.
Hacer nudos con mis líneas interiores y perderme en laberintos de cicatrices viejas, y manchas de mierda nuevas.
Oyes mi cuello? Se rompe bajo el peso de mi cabezonería


domingo, 20 de febrero de 2011

Camino



La madre del minotauro se come tus pesadillas
y, sabes qué?
Se queda con hambre

Con una fresa gigante en mi boca y una minúscula entre mis dedos desperté
"Ganancias sustanciosas y placer en su vida."
Falacias.
Desayuné una rebanada de tensión por ser lo único que quedaba en el aire
mis bostezos en mañanas como aquella se pueden contar por miles.
Masticaba lentamente y se me ocurrió que no me vendría mal una transfusión de rojo carmín,
porque me caigo a cachos
porque ya queda menos en la cuenta atrás,
porque dicen que ya no somos lo que éramos, estelarmente,
pero descamarme a esta velocidad...
sólo puede significar que sigo siendo un pez, dos,
cada día más.

"Aquello que para la oruga es el fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa"

miércoles, 16 de febrero de 2011

Amanecido lívida



Días de furia tenemos cualquiera
lo pagó el colchón, después el somier y esta mañana mi pie
Pero me sigue trepando las amígdalas y no consigo hacerlo huir.
Me puede enfurecer tanto compartir coordenadas con las avispas?
Que se la lleven bajo la piel, y se la ofrezcan a la reina
Me pueden asustar tanto quince pasos en la semioscuridad?
Empapelaré mis paredes, las vigas, huesos de pollo
Hacía mucho tiempo que no me quemaba bajo la lluvia
ni me agarraba con pinzas los labios para repartir justicia
y no lo consigo
me quedo boqueando en un charco de aceite
con los ojos entornados
y la emoción pisándole los talones al intelecto.

viernes, 11 de febrero de 2011

Anomia ferropénica



Me duele la cara y no de ser tan guapa,
doy patadas para no desintegrarme.
Se busca bigote interesante y una buena escofina.
No quiero hermandades ni vivir mejor para qué
aspiro, suspiro y fagocito.
Por las noches pesadilla y de día resquemor,
son las sobras de costillas que no se comieron ayer.
Claro que me duele la cabeza,
y tampoco siento los pies
y si no levanto los brazos es porque tengo la columna al revés,
al igual que mis sentidos,
al igual que mis nociones,
al igual que las manchas de cal que de un tiempo a esta parte han venido a adornar mi vida.

viernes, 4 de febrero de 2011

En precario equilibrio



Murió borracha de trementina y moho,
escuchando la insistente llamada de la lluvia en su ventana.
En su lecho de muerte encontré una hoja seca,
sobre su cuerpo brillaba el sol.
La autopsia me contó que detestaba los colores pardos
y que su padre pintaba feo.
Le gustaban los muchachos sonrientes,
beber sin control y a deshora,
robar los testimonios enredados en el manicomio
y sacar a pasear su fingida ignorancia al sol.

sábado, 29 de enero de 2011

De perdices al río



Hoy vomitaría mis interiores hasta quedarme vacía,
porque respiro polvo y exhalo cadenas de palabras esclavas fustigadas por cada uno de los chasquidos de mi lengua seca
A un ritmo funerario, a tres pulgadas de mi nariz y a veinte latidos de un fluorescente al borde de la muerte.
Y mañana se desliza un rayo de sol por mi espalda,
se refleja en la pared de enfrente y me ciega a la vez.
Me calienta la columna vertebral, me hace crujir el esternón,
varias veces
y a veces crea interferencias con el suspiro del poliexpán bajo mis dedos,
me permitía ver la cuarta dimensión con sonido estereofónico
joder! hoy me comería a mi misma tres veces.

viernes, 14 de enero de 2011

Reflexiones de ascensor



Intentamos ser indicativos, y ante el fracaso de ese intento,
nos volvemos imperativos o subjuntivos.
Pasan más años, y como mucho fardamos de participios...
Qué pena que haya tan poca gente gerundia!!


Atestada de herrumbre y sangre, se metió bajo el grifo
_No hay agua caliente_ le pareció oir bajo el chorro de agua helada.
Gélidas gotas resbalaban por su nariz, cayendo sobre su pecho
Se agachó para buscar sus calcetines perdidos,
y tras encontrar otros y ponérselos, cerró el grifo
lamentando en algún lugar secundario de su cabeza el que éste estuviese manchado de arenilla que,
irremediablemente,
se metería entre sus cortas uñas tintándolas de un color inhumano, autómata, anciano.


Mientras la nariz me goteaba sangre esta mañana,
he pensado que ese intercambio de esencias ha sido un saludo en toda regla.

lunes, 3 de enero de 2011

Where was I last night?



Me encuentro pariendo ideas de corta gestación que nacen muertas.
La pecera en la que vive mi cabeza se va llenando poco a poco de ácido úrico.
Intento respirar bajo la distraída mirada, casi de soslayo, del zorro disecado que se esconde en la esquina,
cierro los ojos y me doy cuenta de que llevo ocho horas sin respirar,
de que mis pulmones quieren estallar
de que las punzadas que me dan resquebrajan las baldosas de la aséptica estancia que nos acoge
y cuando no puedo más, decido cabalgar a lomos de un caballo más blanco que esas baldosas
y me aferro a sus crines
y lo olvido todo
y todo se vuelve ligero, ingrávido
y súbitamente sus flancos se disuelven en una espuma blanquísima
y en una vuelta centrífuga abro los ojos,
aún tengo espumarajos en la comisura de los labios,
y entre las piernas se me escurre otra idea... muerta.