miércoles, 27 de abril de 2011

Vorágine primaveral



Regresar a la piscina amniótica que tal vez fuera el más lúcido de los sueños
era lo que se proponía
Porque a golpe de gradina se desollaba su vida
Ni la sangre tonta de la punta de los dedos
era suficiente para tapar las grietas que se abrían a paso desanimado
por los músculos que burbujeaban bajo su piel.

Sobre las briznas de hierba que aguijoneaban su espalda,
que soterraba hormigueros y flores,
que le hinchaban los ojos,
que se cerraban bajo la flota de algodón
que se cernía sobre el cielo azul pálido,
veía una aproximación de lo que debían ser las estrellas cegadas por el sol.

martes, 19 de abril de 2011

M. es viral


Esto solía ser una invitación lanzada a cañón, convertida de alguna manera en catalizador. Pero estamos bajo mínimos. Nos arrastramos, reptamos, dejando a nuestro paso una estela de babas. Es una época lánguida, demasiado luminosa a la vista. No llega a tener un olor agradable, se agria entre los dientes antes de llegar a ser escupida. Debería contratar a un masajista. Debería pagarle con dulces caseros. Los dulces caseros se resisten a ser despellejados antes de tiempo, por eso son buenos. Me gusta tanto que la luz le saque reflejos ambarinos a lo que antes fue un ser acuclillado... ahora convertido en concha marina. La pereza es el pecado capital más raro, impide que cumplas los otros, pero por ser ella misma un pecado no te redime, maldita. Si me multan por doblar la esquina en dirección contraria, más me hubiera valido hacerme unos kilómetros en dirección contraria en la autopista. Si me multan por beber en la vía pública, más me hubiera valido degollar al que me multa por no saber qué hacer con su vida en determinado momento. Ni por el amor a un hijo, ni por amor al prójimo, ni por amor propio... La cultura es cara, y la televisión?

Dicho lo cual, me palpo y constato que me encuentro en condiciones óptimas, buena existencia.

martes, 5 de abril de 2011

HFC



Sudo, y no tinta. Hace calor, huele a patatas fritas. Si seguimos así acabaremos por convertirnos en condensación pegada a los cristales. Sudo y me agobio. Pare, porque no quiero morir así.

Moriría en todo caso debajo de un puente, cantándole algo triste a un salmón ahumado mutante que no cambiaría su vida por tres míseros deseos. Se dejaría comer al grito de "Darwin!"

Porque faltan almas y sobran cuerpos. Vivimos apilados, sesgados, a cuatro patas, sin alas. Prrrrfff, sucedáneo de pollo refrito.