miércoles, 27 de marzo de 2013

L'imagination, le mal de tête


Piloto automático, nave sin rumbo
derivando nebulosas que explosionan dejando tras de sí tan sólo un leve olor a batido de fresa.
Refunfuños de anciano y calvas en medio de la borrasca
pierdo facultades, pierdo propiedades, pierdo direcciones.

Pero el hielo se sigue derritiendo en mi boca y sigue lloviendo sobre mis manos.
Y el alcohol tarda un poco más en evaporarse y pegarse a mi piel.
Dormiría en una cueva en llamas, para despertar en un campo ceniciento, a mil kilómetros de aquí, tal vez.

Retozar es imposible hoy,
qué mejor excusa que la niebla cerebral.

viernes, 22 de marzo de 2013

Portazos


_ No, bonita, aquí sólo nos quedan paseos matinales de bolsillo.

_ ¿Con amigos?

_ A veces, con suerte. Pero niña, muchas veces es mejor perderse sola.

_ Hoy no, no lo creo... ¿Y lloverá?

_ Pues no sé, pero si te das prisa no te mojarás demasiado.


Un montón de chinchetas bajo tu piel vespertina
y yo colgando de un acantilado salpicando las últimas gotas de desprecio que me quedan.
Descolgados lentamente por la alcantarilla, repetimos palabras de despedida.
Y poco a poco río.
Y hace mucho que no lloro, pero duele la cabeza cuando cierras los ojos.

sábado, 16 de marzo de 2013

Sierra



Me respiro, me exhalo, me carraspeo y me lagrimeo
No quiero fresones más que de mayo
Y me escurro bajo las piedras como la lluvia que ha dejado de caer

Sigo pelándome los labios,
sigo tirando de metáforas mal calibradas en un mar de ruido que no me deja pensar.

Pero ahí está el café, y el sol incipiente,
y las ratas bajo mis pies, se estremecen conmigo.
La tectónica de mis dientes augura maremotos,
anhelo

un poco de sol.

Mis ecos existirán mañana porque aquí no tienen cabida.

martes, 5 de marzo de 2013

Donde mueren los monstruos



Quiero hablar con los pájaros porque ellos saben lo que es importante.

En días perros uno da vueltas hasta que la noche se hace gato y recuerdas cómo ronronear.

Me río, y te podría abandonar en cualquier túnel oscuro pero no lo hago.

Deja de llover pero no sale el sol; y sé que algún día el techo saldrá volando, arrancado de cuajo.

Y me lloverá encima, y danzaré salvajemente, y aullaré en medio de un bosque que ojalá se encuentre lejos de bestias peludas. Y lleno de almas sin coraza. Acorazado quedará todo lo que no hemos aprendido. Y aprehendido habrá de ser todo lo que nunca nos enseñaron.