lunes, 28 de abril de 2014

10 segundos eternos


Son los que tardaba en darse cuenta de que los militares eran una gente que no le caía bien

En relacionar la estela que dejaba todo en su retina cuando su cerebro estaba inundado de alcohol,
con la estela de Walter Benjamin en un día de semisótano húmedo

En dar una vuelta mental a todo y ser incapaz de recoger,
aunque se ahogara entre demasiadas cosas
aunque llegara tarde a todos lados por tener que escalar montañas diogénicas
los dedos llenos de pellejos sangrantes.

10 segundos eternos que no eran insoportables,
porque nada lo es.



1 comentario:

  1. 10 segundos para odiar sin corroerme
    10 segundos me bastan para volver a amar.

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