lunes, 3 de enero de 2011

Where was I last night?



Me encuentro pariendo ideas de corta gestación que nacen muertas.
La pecera en la que vive mi cabeza se va llenando poco a poco de ácido úrico.
Intento respirar bajo la distraída mirada, casi de soslayo, del zorro disecado que se esconde en la esquina,
cierro los ojos y me doy cuenta de que llevo ocho horas sin respirar,
de que mis pulmones quieren estallar
de que las punzadas que me dan resquebrajan las baldosas de la aséptica estancia que nos acoge
y cuando no puedo más, decido cabalgar a lomos de un caballo más blanco que esas baldosas
y me aferro a sus crines
y lo olvido todo
y todo se vuelve ligero, ingrávido
y súbitamente sus flancos se disuelven en una espuma blanquísima
y en una vuelta centrífuga abro los ojos,
aún tengo espumarajos en la comisura de los labios,
y entre las piernas se me escurre otra idea... muerta.

1 comentario:

  1. Quizá tengas razón y el no-frío de esta época nos desconcierte más de lo que pensamos.

    Me encanta el fin de tu otro blog, lo apoyo muy mucho.

    Un saludo.

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