martes, 4 de agosto de 2009

Qué, cómo, por qué?



Se sentaba la paciencia,
bajo el baile de manchas de luces y sombras que proyecta la pereza
y fumaba, despacio,
más despacio que el desplazamiento lento de unos ojos alienados
y de su boca zarpaban barcos de humo condensado.
Pájaro emperchado, que esperas tú de la vida?
Frágiles atmósferas que gritan de impotencia al explotar,
al llover sobre el asfalto gris, al mojar las grietas de la alcantarilla vencida
al soñar con utopías que solo caben entre oreja y oreja...
Me sumo a las voces ciegas que suspiran candentes,
sin escuchar, sin confundirse, sin arrepentirse;
y todas las lombrices respiraron a una,
y una locura saltó en pos de otra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario