sábado, 26 de octubre de 2013

Hirsuto sábado


Tengo nudos marineros que no auguran tormenta
pero se me estrechan con fuerza a cada pasadizo vital.

La garganta, el estómago, la médula espinal.

El vagón transitado, el cristal empañado, el intermitente borracho y el calor; ahogando como si fuéramos presa para comer esta noche y saciar la semana entera.

Me dejaré respirar,
amando todos los días.

Me dejaré reposar,
flotando inerte en el mar.

Me regaré las neuronas, con etil mortal
para que no se sequen, para que no revienten.



No hay comentarios:

Publicar un comentario